Adolfo Gomez Papì es médico pediatra neonatólogo y desarrolla su labor profesional
en el Servicio de Pediatría del Hospital Juan XIII de Tarragona, además de ser profesor
universitario y miembro del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de
Pediatría y del Grupo de Formación de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia
al Nacimiento y a la lactancia.
en el Servicio de Pediatría del Hospital Juan XIII de Tarragona, además de ser profesor
universitario y miembro del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de
Pediatría y del Grupo de Formación de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia
al Nacimiento y a la lactancia.
Nos hablará de la importancia del contacto piel con piel DESDE EL PRIMER MOMENTO DE VIDA, para el desarrollo físico, emocional y neurológico del bebé.
"El bebé es el cachorro más indefenso de la naturaleza, y necesita la presencia continua de su madre y de su padre para obtener calor, amor y alimento.
La mitad de los niños del mundo son criados de forma natural. Durante los primeros 6 meses permanecen pegados a su madre, que lo lleva en pañuelos (o “rebozos”), duermen con ella y así pueden acceder al pecho cuando quieren, día y noche. Solo lloran cuando están enfermos.
Pero las culturas occidentales han perdido en los últimos 100 años esta forma de crianza, ignorando el instinto de las madres y las necesidades básicas de los recién nacidos. La crianza de separación, la que nosotros conocemos, pretende que los niños duerman solos, que se alimenten con un horario rígido y que, en definitiva, no necesiten a sus padres.
Gracias al contacto piel con piel nada más nacer, a la lactancia materna y a la posición en crianza biológica, muchas madres de nuestros países están reencontrando sus instintos, aprenden a interpretar las señales de sus bebés y responden solícitamente a a sus necesidades."
Adolfo Gómez Papì



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